Suele aventar

Suele aventar
Agosto las eras del lugar
y, cuando llega Septiembre,
entre vendimias
y horas de lluvia
la colecta de cada cosecha
cierra las puertas
que hasta ahora
han permanecido
abiertas de par en par.

Reducen despacio las horas su luz,
y a cada recodo el espacio acomoda
las sombras, recuerdos y la voz.

Se sume el tiempo
en sedimentos que ahora lo son,
y escarba en materias
antiguas que fueron canteras enteras
de carbono, minas de diamantes,
algunas de carbón.