Discurre el silencio
entre los juncos y el cielo,
discurre despacio entre los cantos
de abejarucos, golondrinas y rayos.
Cae luego el chubasco
recibido con luces de lujo,
bienvenido al campo, valorado
como el agua de mayo.
Despeja enseguida,
queda azul el cielo.
Se llena de sol,
y de espejos el suelo.
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