El viento, abrupto,
da vuelo a las flores,
detiene las aves,
marea marinos,
levanta tornados,
baila con las ramas,
provoca oleajes
y algunas tempestades,
ensucia los trajes
infecta heridas y oídos,
enturbia los ojos,
fracciona el barro,
empuja los tiestos,
enrarece el ambiente
enloquece a la gente,
empuja corrientes,
destapa calvicies
y esparce papeles.
El viento, abrupto,
adormece pinceles,
enriquece vidrieros
y entumece los miembros.
Desconcha paredes,
destartala terrazas,
esculpe relieves,
traslada las dunas,
esculpe paisajes,
lija antiguos linajes,
invita a dejar el descapotable
encerrado en el garaje.
Provoca migrañas,
abre oscuros rincones
y reductos del alma,
inquieta a las bestias,
azuza emergencias
y nos hace especular
sobre aquellos deseos
de paz, silencio y calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario