Blanco etéreo en el cielo
y la mirada hecha hielo,
una mañana larga de enero
con el sol de estraperlo.
Y soñamos con los ocres
entre los rayos de agosto
y los naranjas de las flores
entre las abejas y el mosto.
Sobrevivir a este invierno
incoloro y eterno,
sobrevivir a los reflejos
ajados por el tiempo...
lunes, enero 22, 2007
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