Tengo una casa con cuatro ventanas,
cortinas y cristales que miran al mar.
Si salta el oleaje me suelo asomar
a ver los embates del agua al chocar
contra las barreras de roca y coral.
Me acuesto de noche mirando al cielo
y escucho las olas; parece un concierto
de notas muy suaves con algún destello.
Me acuna el ritmo, y duermo.
Tengo una casa con cuatro ventanas,
cortinas y cristales que miran al mar.
Si salta el oleaje me suelo asomar
a ver los embates del agua al chocar
contra las barreras de roca y coral.
cortinas y cristales que miran al mar.
Si salta el oleaje me suelo asomar
a ver los embates del agua al chocar
contra las barreras de roca y coral.
Me acuesto de noche mirando al cielo
y escucho las olas; parece un concierto
de notas muy suaves con algún destello.
Me acuna el ritmo, y duermo.
Tengo una casa con cuatro ventanas,
cortinas y cristales que miran al mar.
Si salta el oleaje me suelo asomar
a ver los embates del agua al chocar
contra las barreras de roca y coral.
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